En esta entrada veremos las diferentes formas que puedes aplicar a tu negocio para empezar hoy mismo a reducir el gasto que tienes en comida, y que muchas veces es un gasto innecesario que se puede evitar. Aunque estés aplicando algunos de los aspectos que comentaremos, prueba aquellos que aún no los hayas usado para notar un cambio en los beneficios de tu negocio.
Precios
Vamos a ver las diferentes formas de reducir el gato a través de los precios que pagas a tus proveedores y así ahorrar en costes.
Usa un solo proveedor: Intenta agrupar los ingredientes y productos que necesites en un solo proveedor. Esto te permite poder tener precios más bajos por producto, ya que puede traerte dos tipos de producto de una vez y tener un menor coste de transporte para el proveedor, por lo tanto, ofrecer un mejor precio conjunto. Tampoco hay que agrupar todo en un solo proveedor, pero si es bastante positivo agrupar proveedores por productos relacionados para ahorrar en coste y esfuerzo. Es más fácil comunicarse con menos proveedores y suele crear menos problemas.
Unir fuerzas: Un concepto que quizá no conocías son la organización de compras grupales. Esto se basa en comprar entre varias partes para pedir descuentos por volumen. Esto, aunque no funciona con todo tipo de producto, en muchos casos si y da mucha fuerza de negociación. Puedes agruparte con los negocios de tu alrededor o buscar grupos ya establecidos y pedir participar en ello.
Grandes volúmenes: Al igual que el caso anterior, hacer pedidos de grandes volúmenes puede ahorrarte grandes costes en el medio largo plazo. Esto solo tiene sentido en productos no perecederos, ya que da igual que tengan un año o más de antigüedad, que se conservan bien y sabes que vas a tener que usarlos. Hacer pedidos de gran volumen puede ser beneficioso para los descuentos, pero ten en cuenta el desembolso inicial que tendrás que hacer. Si tienes suficiente liquidez, no desaproveches esta reducción de costes.
Un paso más: Otra forma es comprar los productos con un paso menos, o tener que hacer tu un paso más. A esto nos referimos a en vez de comprar queso o carne ya cortada, comprarlo entero y cortarlo tú o tus empleados. Esto tiene sentido si la diferencia de precio es notable y vale la pena. Hay que tener en cuenta que también va a ser un coste el tiempo que le tengamos que dedicar, tanto nosotros como el salario de un empleado. Esto te puede servir si tú haces gran parte del trabajo y quieres reducir costes como sea. Si tienes que pagar un empleado, quizá sales perdiendo por el salario hora que pagues.
Ajustar menú
El menú tiene parte importante en los gastos de comida que tenemos, ya que tenerlo bien estructurado puede permitir un ahorro bastante notable de costes, sin perjudicar al cliente.
Analizar nuestra oferta: Aunque muchas veces esto se ve a ojo, es mucho mejor si anotamos y vemos lo que se vende y lo que no. Tener en la carta platos que requieren gasto en ingredientes que luego apenas usamos puede hacer que tengamos más gastos. Con un buen análisis, se puede ir actualizando la carta con lo que se vende y quitando lo que no para no malgastar ingredientes.
Uso cruzado: Tener en la carta varios platos que combinan los mismos o algunos de los ingredientes permite tener un mayor uso de estos y comprar en grandes cantidades. Sabiendo que son ingredientes que se usan en muchos platos, ahorramos en tener que comprar más variedad de ingredientes y nos centramos en un tipo. El uso cruzado es muy efectivo para aprovechar ingredientes que no usamos tanto, incorporándolo en algún plato.
Estacionalidad: Tener la carta actualizada a la estación en que nos encontramos permite usar productos de esta época y no tener platos que poca gente quiere en esa época y acabara siendo ingredientes que tengamos que lanzar. Ten la carta lista para cada temporada para ofrecer aquello que los clientes quieren comer.
Control de inventario
No podía faltar una buena gestión del inventario para evitar y reducir los gastos de comida. Este punto es el más importante, ya que tener un buen control e idea de lo que necesitamos puede evitar comprar de más o tener que lanzar comida.
Tecnología: Antes se tenía que hacer de forma manual, pero hoy en día hay muchos softwares que te permiten llevar un control del inventario con mucha facilidad y por un precio bastante asequible. Muchos de ellos cuentan con pruebas gratuitas para que puedas elegir el que encuentres más intuitivos para ti y tus trabajadores. Utilizar un software puede ahorrarte tiempo y mucho dinero si tienes un buen control del stock.
Encargado: Ten un empleado o se tú mismo el encargado del inventario. Es necesario tener alguien que gestione y conozca de la mejor forma las necesidades de tu bar o restaurante. Tener un control de inventario eficiente es la mejor forma de ahorrar en costes y evitar comprar de más. Asigna a un trabajador que gestione el inventario y sepa utilizar de forma fluida el software para gestionarlo. Puede ser el mismo dedicado a compras de materia prima, o que trabajen conjuntamente para que siempre se compre de la forma más eficiente posible.
Compras en exceso: Evita la emoción de comprar en grandes cantidades si no lo necesitas. Que te hagan un descuento del 5-10% o más, para tener que comprar mucha más cantidad no siempre sale rentable. Además, con la materia prima de alimentación, no suelen tener mucha duración para usarse antes de que caduquen y haya que lanzarlos. No te ciegues por grandes descuentos, si no vas a usar toda esa materia prima, porque muchas veces acabarás perdiendo más con el descuento que sin él.